La construcción de las dos torres que defienden la puerta se hizo mediante una base maciza de mampostería que se remataba con un acabado exterior de sillería que llega hasta cuatro metros de altura. Sobrepuesto a la base de sillería continuaron los muros de mampostería ordinaria en la que entre los 115 y 125 cm llevan una verdugada de ladrillo.
A pesar de que las torres eran macizas, junto a la torre cuadrangular, en el tramo recto entre el primer arco de la puerta y la torre, aparece tapiada una pequeña ventana con forma de aspillera rectangular que posiblemente iluminase la subida de la escalera interior.
En cuanto a la altura de la puerta consideramos debió tener un mayor volumen dado que las torres que la defienden tienen más altura que la parte central, así al menos la puerta debería tener las mismas medidas que dichas torres
Los arcos de la puerta. Además de lo comentado al principio de este apartado en los de la puerta de san Basilio vemos que ha sufrido bastantes reformas que impiden conocerles en su forma original. Así, si vemos la puerta desde el exterior entre el primer y segundo arcos está el hueco del rastrillo que teniendo 480 cm de longitud por 75 cm de anchura nos demuestra que se trataba de un potente rastrillo, similar al exterior de la puerta sureste del castillo. Otro detalle serían los quiciales de piedra que se conserva en la parte superior del segundo arco que nos llevarían a unas puertas de dos hojas de 240 cm de altura por 190 cm de achura, con un grosor aproximado de unos 15 cm cada una.
Un detalle a destacar en el segundo arco de la puerta de San Basilio es que se observan dos líneas de dovelas superpuestas, por lo que es muy posible que el arco original fuese un arco de herradura que se completaba con la moldura de la línea de impostas que desaparecería en reparaciones anteriores.