Lo que parece una pequeña puerta realizada con sillares de piedra caliza sobre la cual destaca el escudo con las armas de La Cueva, distintivo de la casa ducal de Alburquerque, se encuentra reforzada con una torre que con la reciente restauración ha conseguido destacar sobre el resto de la muralla.
La puerta conserva los quiciales de piedra que muestran que se cerraría con una puerta de madera de doble hoja con unas medidas de 330 cm de altura por 100 cm de anchura por cada una de las hojas.