A pesar de que en su altura no se conserva en su totalidad si es muy interesante que acompañando a gran parte del recorrido de la muralla se conserva la traza de la barbacana que dejaba una liza que varía su anchura entre 3 y 5 metros y que en parte no podría ser transitable por su exceso de pendiente, pero que desde el desaparecido Hospital de la Magdalena permitía su recorrido interno hasta la puerta de San Andrés. Esta contramuralla tendría una anchura en su base de unos 75 cm, reduciéndose su espesor a medida que se levantaba llegando en su parte superior a no superar los 50 cm.