Las murallas de Cuéllar ocupan gran parte del Conjunto Histórico de la Villa de Cuéllar. Su ubicación en la parte más alta del municipio le proporciona una situación privilegiada para la defensa, destacando sobre el conjunto el Castillo de Alburquerque.
Las murallas medievales tienen su origen en el siglo XI, extendiéndose esta primitiva etapa constructiva a los siglos XII y XIII, periodo del cual se conservan importantes restos de su arquitectura mudéjar en algunas puertas y torreones. Aunque del periodo que se conservan más restos de las murallas pertenece al final de la Edad Media con la llegada a Cuéllar de la Casa Ducal de Alburquerque desde mediados del siglo XV al siglo XVI.
Por su valor monumental las murallas de Cuéllar fueron declaradas Monumento Histórico Artístico, el 3 de junio de 1931.
El conjunto amurallado tiene más de 2 Km. de longitud que cierran un espacio de 14 hectáreas ordenándose en tres recintos diferentes: Ciudadela, Ciudad y Contramuralla.
La muralla de la ciudadela inicia su recorrido desde el castillo ocupando la parte más alta de la Villa medieval, caracterizándose por conservar gran parte de estado original, principalmente las puertas de San Basilio y San Martín o las iglesias que servían de avanzadilla de las murallas como las iglesia de San Esteban y la de Santiago.
La muralla de la ciudad. Guardando la parte Este de la muralla de la ciudadela, se extiende la muralla por la ciudad hacia el Oeste llegando hasta las zonas más bajas de la Villa junto a la iglesia de San Pedro.
La contramuralla. Es una muralla de menor tamaño que las murallas de la ciudad que se levantó en paralelo a la muralla de la ciudad por su lado exterior, dejando entre ambas un estrecho callejón conocido como liza.